“El Juego de las Llaves 3” llega más atrevida

CDMX

No sólo relaciones sexuales, el intercambio de parejas y el poliamor son abordados en la tercera temporada de El juego de las llaves, sino que muestra la evolución de los personajes que los espectadores ya conocen e integra a nuevos “jugadores”, quienes desean experiencias nuevas, que pueden ser tan emocionantes como peligrosas o simplemente transformadoras en sus vidas.

Y sí, aunque el contacto físico es el atractivo visual de esta producción, con escenas más explícitas y atrevidas, esta temporada de la serie de Prime Video, ya disponible, también hace reflexiones acerca de las relaciones tóxicas, el cómo un negocio familiar puede convertirse en un obstáculo para ahondar en el lado afectivo, al ponerlo en el centro de una relación, además de abordar el tema de la paternidad homoparental.

En entrevista, Fabiola Campomanes, quien interpreta a Bárbara Cuevas, reveló detalles de esta nueva entrega.

“Esta tercera temporada trae mucho sentido del humor, pero también el cuestionamiento y problemática de cada pareja y eso habla mucho de que los problemas que vivimos, día a día, están en nuestra cabeza, porque cuando los sueltas y los pones ahí y, a lo mejor, haces las cosas de manera diferente, pues resultan.

“Luego nos pasa a los seres humanos que, en lo que nos enfocamos, en darle vida y hacer crecer un negocio, de pronto nos cuesta trabajo ponerles atención a otras cosas que también son importantes, como la relación de pareja o con los hijos. Así que, de pronto, ponerle todo el enfoque al negocio, no les viene bien a ninguno de los dos, al contrario, la relación empieza a decaer, porque cada uno está enfocado ahí, pero no hay conexión. La comunicación es importantísima, porque ahí es donde hay que encontrar el balance”, expresó Fabiola Campomanes.

Esta entrega tiene como premisa lo que sucedió a sólo unos meses de la boda de Bárbara y Leo, cuando el grupo continúa afrontando las consecuencias de las decisiones tomadas en el pasado. Unos cuantos se alejaron, pero nuevos miembros darán un giro a las vidas de los que se quedan. En tanto, el negocio de El Edén crece.

“La serie habla de las relaciones tóxicas. Los seres humanos siempre somos celosos, porque tenemos miedo a la pérdida. Las relaciones tóxicas también se dan por eso, por el miedo a perder esa relación, que a lo mejor fue sana en sus inicios. Cuando se vuele tóxico, hay que alejarse, aunque cuesta trabajo, porque pierdes algo que quieres. Hay que soltar para darle espacio a algo nuevo y mejor. Nadie se tiene que quedar ahí. Nadie es de nadie y hay que aceptar eso. La pareja es un trabajo constante, elegirla diariamente”, afirmó Campomanes.

NUEVOS JUGADORESUno de los nuevos rostros de la serie es el interpretado por Alejandro de la Madrid, Samuel, quien se integra a la serie como pareja de Olivia, recreada por Gaby Espino. Para el actor, ésta es una oportunidad para explorar otras facetas en su carrera.

“Van pasando cosas en la carrera que no sabes que se convertirán en un desafío. Para mí, el pudor, las limitaciones que me ponía para tener una liberación como persona, de mis inseguridades; poner en contexto las opiniones de unos temas que, todos sabemos, no nos atreveríamos a poner sobre la mesa y que ahora están mucho más expuestos y que nos dan la oportunidad de hacer una exploración y un cuestionamiento.

“Sí creo que, para mí, al principio fue de mucho nervio, porque tenía que hacer un acento de Monterrey, que hice con mucho amor. Era eso y trabajar con Gaby, que es de mis mejores amigas, pero teníamos escenas muy fuertes y eso o complicaba un poco más, pero, la verdad, estuvimos en un entorno muy cuidadoso. Aunque empecé muy nervioso, inseguro y tenso y, conforme fue pasando la serie, tuve una liberación que nunca, en toda la existencia de mi carrera, había tenido.

“Fue encontrarme con un grupo generoso, que nos ayudó a atravesar esa línea, en la que no puedes tener ningún juicio acerca de los personajes ni señalarlos, sino todo lo contrario, avanzar. Así que, al final, ya andábamos casi casi… no en pelotas por todos lados, pero sí se sentía mucha libertad de saber que te estaban cuidando y que podíamos ser empáticos con otras personas mucho más grandes y que tenían conflictos de pareja en la serie. Me encontré con muchas cosas que me pusieron a pensar y lo agradezco muchísimo. Es una serie que todo mundo ve, porque todo mundo tiene ganas de explorar y verla con su pareja”, señaló De la Madrid.

El actor enfatizó en que no le pertenecemos a nadie y que es interesante abrir las posibilidades en las relaciones.

“Se trata de acortar distancias y de que de la pareja sea una distancia para ver las cosas y de cómo vamos cambiando. Las necesidades existen cada segundo de nuestras vidas y sería importante la comunicación para poder avanzar. No somos de nadie, no le pertenecemos a nadie más que a nosotros mismos, así que abrirse en este tema, en la sexualidad, de una manera tan variada y versátil, me parece que es una iniciación a acercarse más como seres humanos”, dijo.

Mauricio Garza es otro de los actores que se unieron en esta temporada, como con el personaje de Rodrigo.

“Para mí al principio fue un reto complejo. Cuando yo la veía anunciada, decía ‘qué padre’, pero, ahora sí que fortaleza de todos estos actores y actrices para encuerarse. La verdad tenía muchos tabúes y decía ‘yo nunca me voy a encuerar’. Bueno, tampoco es que me encuero tanto, pero sí un reto muy grande, porque, al mismo tiempo que yo decía ‘me quiero salir de hacer otro tipo de personajes un poco más cómicos, se me antoja hacer un poco más de esto’ que se me presentó, al mismo tiempo me generaba mucho conflicto hacer esto ‘¿estará mal ¿estará bien?’. Al final, algo en mí decía ‘sí güey, no importa’.

“Llegué a un lugar amoroso, profesional, donde me hicieron sentir, desde el minuto uno, como si hubiera estado desde la temporada uno. Trabajar con estos personajes fue una cosa muy bonita y las escenas… pues no estoy acostumbrado a encuerarme. Sí, en las borracheras, pero no enseño adelante, siempre enseño las nalgas, pero una cosa es con tus amigos y otra, enfrente de una cámara y un equipo de personas. Sin embargo, cuando pasó, ¡guau el profesionalismo! Para ellos no es nada malo, sino equis y eso me llevó a quitarme todos esos tabúes”, señaló Garza.

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