La energía del Yankee Stadium, que vibró con el fervor de la fanaticada local por primera vez en 15 años en un Clásico de Otoño, se congeló con cada pitcheo de los Dodgers.
El ambiente se encendió con la llegada de los Yanquis al diamante, con el rugido de la multitud coreando los nombres de sus héroes. Sin embargo, esa euforia se esfumó con un solo swing. Freddie Freeman, con el tobillo derecho aún vendado, conectó un cuadrangular en su quinto juego consecutivo en un Clásico de Otoño, colocando a los Dodgers arriba 2-0 en la pizarra. La pelota, proyectada hacia las gradas del jardín derecho, fue recibida con una mezcla de frustración y resignación por los aficionados de los Yanquis.
La historia de la noche, sin embargo, se escribió en el pitcheo. Walker Buehler, el as de los Dodgers, lanzó una joya de 5 entradas, permitiendo solo 2 hits y ponchando a 5 bateadores. Buehler, quien podría ser un agente libre tras esta temporada, se despidió de los fanáticos del Yankee Stadium con una actuación impecable, dejando en claro que no se rendirá fácil en su búsqueda del título.
Los Dodgers, con un pitcheo dominante que limitó a los Yanquis a solo 5 hits, se acercaron a la gloria. La victoria por 4-2 los coloca a un solo triunfo de su octavo campeonato de Serie Mundial. En el cuarto juego, los Dodgers intentarán completar la barrida ante los Yanquis y coronarse como los nuevos reyes del béisbol.
* Freddie Freeman volvió a demostrar su poderío en el Clásico de Otoño con su quinto jonrón consecutivo.
* Walker Buehler brilló en el montículo, lanzando 5 entradas de solo 2 hits y 5 ponches.
* Los Dodgers se acercan a la gloria, a un solo triunfo de su octavo campeonato de Serie Mundial.
* El cuarto juego se jugará este martes, con la oportunidad de los Dodgers de completar la barrida ante los Yanquis.