Un inicio titubeante con un marcador adverso de 17-0 en la primera mitad, dejó a muchos con la sensación de que la era de Williams comenzaba con un pie equivocado. Sin embargo, la defensiva de Chicago se erigió como la verdadera heroína del partido, convirtiendo la derrota en una épica remontada.
La defensa de los Osos frenó a la ofensiva de los Titanes de manera implacable, arruinando el debut como head coach de Brian Callahan en Tennessee. El punto de inflexión llegó a mitad del cuarto cuarto, cuando Tyrique Stevenson interceptó un pase desesperado de Will Levis, corriendo 43 yardas para touchdown, dando a Chicago una ventaja de 24-17 que no cederían.
Este triunfo de los Osos, impulsado por una defensiva implacable, es un claro mensaje de que la era de Williams en Chicago apenas comienza. La temporada es larga y el potencial de este joven quarterback es innegable. El camino a los playoffs se ve largo y tortuoso, pero el debut de Williams, a pesar de sus falencias, fue un recordatorio de la resiliencia de los Osos y el poder de una defensiva que puede cambiar el curso de un partido.