Desde que los equipos de Grandes Ligas fueron convencidos de acercar al público al terreno de juego estos líos se han dado y seguirán.
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El domingo, un palo de Rhys Hoskins, de los Filis de Filadelfia, primero fue decretado de vuelta entera y al final de cuentas, tras pasar por la repetición, quedó en doblete. Ese jonrón frustrado, ante los Mets de Nueva York, habría empatado el juego en ese novena entrada. El relevista Jeurys Familia ponchó a Bryce Harper para acabar el encuentro y los Filis perdieron.
Más asientos, más dinero para el equipo y la experiencia del aficionado de estar más en contacto con los jugadores, está bien. Pero lo que me parece innecesario es el hecho de que un batazo se determine por el lugar donde pegó la pelota.
Francamente extraño esos días en los que que ’si la pelota se estrella del otro lado de la cerca, es jonrón, de otra manera es bola en juego’ y se acabó la polémica.
Ya no son aquellos días donde el graderío estaba a veinte metros de la cerca, sobre todo en aquellos estadios que los equipos de beisbol y futbol americano compartían. Creo que con tantito sentido común pudieran evitarse todas esas alegatas.
En temas más agradables... los Diamondbacks de Arizona, con quince triunfos antes de abrir serie en Miami, estaban a dos juegos de los Gigantes de San Francisco en un Oeste de la Liga Nacional que se suponía iba ser una escapada de Dodgers (guácala) y Padres. Pero Los Ángeles se ha metido en conflictos recientemente y han perdido tres series en fila y esto se ha apretado.
Arizona lo ha hecho con varias bajas, entre ellas la del utility Ketel Marte, el outfielder Kole Calhun, por mucho el mejor bat de las Culebras en 2020, el derecho Tyler Widener así como los relevistas Tyler Clippard (llamado a ser el cerrador) y el mexicano Joakim Soria.
Del lado ofensivo han surgido nombres como Pavin Smith, Wyatt Mathisen, Josh Van Meter que han cubierto huecos que a lo mejor ni el timonel Torey Lovullo esperaba. ¿Que si les va alcanzar para pelear hasta el final? Está en chino, pero de momento ponen a soñar a los aficionados del Valle.
El ’doble cero’ de Mad Bum
Hace días Madison Bumgarner trabajó siete entradas sin hit ni carrera en el triunfo ante los Bravos de Atlanta, una labor que no es reconocida como un ’no-no’
Con esto de las redes sociales luego salieron algunos a embestir al comisionado Rob Manfred por no admitir la labor del zurdo como un sin hit ni carrera oficial. Ya sabe, todo aquél con cuenta en redes sociales se siente como voz autorizada.
¿Pero porqué no se admite como oficial? Bueno, a principios de la florida década de los ochentas, el entonces comisionado Bowie Kuhn y los dueños de equipos, así como el Sindicato de Jugadores (el comisionado no hace lo que sus pantalones mandan con sus decisiones) decidieron que sólo contará una labor de al menos nueve innings... fin del caso.
Lo curioso es que los mismos que se quejan de que no se atribuya tal número a Bumgarner, son muchos de los que se quieren arrancar las greñas cada que un juego se va a extrainnings y se aplica la regla del corredor en segunda sin outs.
Señores, para mi es lo mejor que se le ha ocurrido a las Mayores, ahora sigue un reloj para que el lanzador se apure con su labor. Muchas gracias.