Violan candado de pabellón y con ayuda de sábanas anudadas escalan muro.El sueño de fuga duró ocho horas para dos jornaleros internos del Cereso 1 al ser recapturados en el monte, luego de haber salido del penal tras violar el candado del pabellón y trepar una pared con ayuda de sábanas.Rubén Lechuga Marín y Efraín Hernández García escaparon ayer lunes a la 1:15 de la madrugada y ochos horas después, a las 9:30 horas, fueron reaprendidos, según dieron a conocer Pedro González Avilés, coordinador del sistema estatal penitenciario del estado, y Daniel Suárez Muñoz, director del Centro de Readaptación Social de Hermosillo. “A la una y quince de la mañana aproximadamente se percataron los guardias de que había una posible fuga por el lado sur del reclusorio, inmediatamente se avocaron a dar parte a las autoridades municipales, estatales y federales”, declaró el director del Cereso 1, para detallar que la recaptura se generó en el monte cercano a la carretera a Sahuaripa después del Parque Industrial de Hermosillo.El escape llegó a su fin luego que Marco Antonio López Peralta, director de seguridad penitenciaria, le informó de la detención de los que amarraron partes de cobijas para formar una cuerda que pasaron por arriba de la barda de nueve metros del Cereso y la usaron para escalar la pared y caer en el área de pernocta de camiones de Femot, de donde se originó el reporte a las autoridades.Suárez Muñoz detalló que las primeras interpretaciones pueden afirmar que violentaron el candado del pabellón siete para después brincarse una barda que los lleva a un campo de futbol, después rompieron una malla ciclónica, para entonces colgar la cuerda hecha de cobijas, de fundas de sábanas y de almohadas para salir del centro.“Normalmente este tipo de evasiones se deben a un error humano o factores de tipo económico, en este caso nosotros nos inclinamos a pensar que fue por un error humano, pero eso lo va a determinar el agente del Ministerio Público, que es a quien le compete realizar la investigación”, dijo González Avilés.Recordaron que Lechuga Marín, de 19 años y originario de Hidalgo había ingresado al Cereso 1 de Hermosillo el pasado 2 de enero de este año y obtuvo su auto de formal prisión seis días después bajo el delito de lesiones graves, mientras que Hernández García, de 35 años y originario de Guerrero, ingresó el 31 de enero y se le dictó auto de formal prisión por el delito de homicidio simple el 3 de febrero.