Caifanes, en contra de la violencia
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El Diario de SonoraUna de las funciones que ha tenido el rock a lo largo de la historia es la denuncia y eso lo tiene muy claro Caifanes, quienes frente a 17 mil personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes se pronunciaron en contra de la violencia y los feminicidios que suceden en el país.
Diez minutos antes de las nueve de la noche la fiesta del rock en español dio inicio cuando el escenario se encendió con unas luces tenues y la voz de Saúl Hernández comenzó a interpretar la letra de Antes de que nos olviden, tema con el que Caifanes visualizó la violencia contra los periodistas y la aún ausencia de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde 2016, a través de una serie de imágenes que se proyectaron en las pantallas laterales al escenario. La canción sin duda fue coreada por los asistentes.
Saúl, Alfonso André y Diego Herrera, sólo ellos tres en un pequeño escenario en el recinto, luego de la extraña salida de Sabo Romo, hicieron vibrar al público con los nuevos arreglos, con los que dieron vida, en un formato casi acústico a No importa.
“Buenas noches, muchas gracias, es un sueño estar aquí otra vez contigo raza”, dijo Saúl antes de leer un texto de Octavio Paz, el cual fue el preámbulo a Metamorfeame.
Mientras Diego hacía un solo con su saxofón, el staff de los Caifanes cambiaba el escenario para que los integrantes se colocaran en sus nuevas posiciones para así darle vida a Quisiera ser alcohol, la cual estuvo acompañada por un coro que se creó en el público, que no paró de seguir cada palabra del tema. “Gracias, el aplauso es para ti, raza”, lanzó Saúl.
Así, con Sólo eres tú, fue como terminó la parte acústica y experimental de la velada, para dar paso al rock que dio a conocer a la banda en la escena musical nacional.
La locura comenzó a bullir cuando los primeros acordes de Miedo se apoderaron del recinto, mientras una serie de fotografías de personas besándose se fueron proyectando en la pantalla central del escenario.
Así llegó el turno de Nubes, que se convirtió casi en una plegaria. “Vamos a dar una vuelta al cielo, para ver lo que es eterno”, clamaban las miles de voces al unísono en el Palacio de los Deportes.
La batería de André marcó el ritmo de lo que seguía, y con ello los primeros pasos de baile cuando Para que no digas que no pienso en ti tomó su turno en el set que Caifanes había preparado para esta velada.
“Muchas gracias estamos sacando canciones del baúl que hace mucho no tocábamos para este viaje hermoso y amoroso”, lanzó Saúl antes de que los Caifanes dieran vida a Te estoy mirando.
En un concierto de Caifanes es imposible no cantar. Desde sus temas más conocidos hasta aquellos que no lo fueron tanto siempre hay alguien en el público que conoce la canción... sino es que todos.
Una serie se imágenes de tatuajes que los fans le han dedicado a la banda que se proyectaron en la pantalla fueron el acompañamiento perfecto para Debajo de tu piel.
Sombras en tiempos perdidos llegó para mantener la energía del público. Algunos aprovecharon para pedir otra cerveza mientras otros decidieron ahorrar pila para lo que vendría, tomando un momento para sentarse.
Detrás de los cerros fue la canción con la que la gente se volvió a levantar de sus asientos solo para moverse de forma cadenciosa mientras cantaban con Saúl.
“Muchas gracias. Hemos hablado en varios conciertos del tema de los feminicidios y no vamos a dejar de hacerlo porque sigue habiendo muchos. Empezamos a hacerlo con Jaguares y no lo hemos detenido, pedimos una disculpa como hombres por este machismo que ha ocupado mucho lugar en nuestra cultura, necesitamos más hombres y menos machos. Una mujer viva es un símbolo de lucha”, dijo Saúl, arrancando el aplauso de las mujeres presentes, antes de ceder el espacio al tema de Vivir Quintana, Canción sin miedo.
Mariquita y Ayer me dijo un ave con nuevo arreglo presentaron imágenes de niños, entre ellos los triquis. Los dioses ocultos fue el siguiente tema que llegó con toda su energía como un golpe de inspiración para desgarrar la garganta.
Gritos, aplausos, ovaciones fueron la constante de la velada entre cada una de las canciones, lo cual lograba arrancar la sonrisa de los Caifanes que con Cuéntame tu vida y Viento encendieron más la mecha.
Mátenme porque me muero hizo alzar los vasos del público que con cada parte de coro brindaba hacia el cielo. El ritual, acompañado de saltos, continuó con Miércoles de ceniza.
De noche todos los gatos son pardos y Aviéntame, con arreglo nuevo, mantuvieron el espíritu, y fue entonces cuando llegó, sin su característica guitarra, Afuera.
Saúl decidió invitar a un fan a cantar con él. Victor subió para dar voz a Hasta morir y después invitó a otra fan. Elisa subió a la voz de Saúl y Víctor para armar la fiesta con Aquí no es asi. “El escenario es de todos”, dijo el vocalista con una sonrisa.
Por supuesto el Divo de Juárez no podía faltar en la velada, y a través de fotografías de sus conciertos Juan Gabriel estuvo presente en la velada rockera cuando Caifanes lo recordó con Te lo pido por favor.
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