Sinner y Alcaraz chocan en la final de Wimbledon en duelo generacional

"Las cosas que estamos haciendo ahora son geniales para el tenis", declaró Alcaraz tras su victoria contra Taylor Fritz, en un partido donde demostró por qué lleva 24 triunfos consecutivos, la mejor racha de su carrera. El español, de apenas 22 años, mostró un repertorio completo: desde dropshots imposibles hasta passing shots que sacaron ovaciones incluso de las celebridades presentes, incluyendo a Leonardo DiCaprio.
Pero el verdadero terremoto llegó en la segunda semifinal. Sinner, el italiano de 23 años que ya le arrebató el número uno a Alcaraz este año, desmontó en tres sets (6-3, 6-3, 6-4) a un Novak Djokovic visiblemente mermado. El serbio, de 38 años, intentó sin éxito igualar el récord de Federer con su octavo Wimbledon, pero una lesión en la pierna izquierda -producto de su caída en cuartos- limitó su legendaria movilidad.
"Espero que sea un buen partido, como el último", comentó Sinner, aunque admitió: "No sé si será mejor, porque no creo que sea posible". Las estadísticas dan ventaja al español (5-0 en finales de Grand Slam), pero el italiano ha ganado tres de sus últimos cinco enfrentamientos.
Mientras tanto, Djokovic abandonó la cancha entre ovaciones, levantando un pulgar a la multitud. Una imagen inusual para el hombre que dominó Wimbledon durante años, pero que ahora ve cómo dos jóvenes reescriben las reglas del juego. El partido dejó momentos icónicos: desde el drop shot de Alcaraz tras devolver un servicio de 135 mph, hasta la mirada de frustración de Fritz cuando su tenis de alto nivel simplemente no fue suficiente.
Con temperaturas que superaron los 30°C, los espectadores sufrieron tanto como los jugadores -hubo que auxiliar a varios afectados por el calor-, pero nadie se arrepintió de presenciar el nacimiento de una nueva era. Este domingo, Sinner y Alcaraz no solo jugarán por el trofeo dorado: pelearán por el derecho a ser llamados el nuevo rey del tenis.