CDMX
El fenómeno del nearshoring hará que la adopción de robots industriales siga creciendo en México, por lo que es necesario que el país cuente con gente capacitada e impulse una política que, a futuro, permita fabricar y no importar este tipo de tecnología.
Francisco Castañeda, director general de RoboRAVE International, recordó que el país es el primer vendedor de mercancías y productos a Estados Unidos, lo que ha obligado a las empresas a adquirir robots para ser más productivas.
“México ha ido subiendo de nivel como usuario de robots industriales con aplicaciones en línea de producción, desde los básicos hasta robots con inteligencia artificial”, detalló al platicar.
Esto se refleja en la información de Data México, la cual indicó que la importación de robots industriales creció 50.67% en el país al cierre del año pasado. Siendo los estados que más importaron este tipo de robots Nuevo León, Chihuahua, Aguascalientes, San Luis Potosí y Jalisco.
Los robots que se importan se utilizan para fabricar automóviles, turbinas, televisores y otros electrodomésticos, entre otros.
Para el también presidente del Clúster de Robótica en México, la adopción de robots industriales seguirá al alza debido a que México tiene un papel importante en el fenómeno del nearshoring, es decir, la relocalización de empresas.
Castañeda consideró que dicha tendencia es una gran oportunidad y los estados pueden tener mucha captación de inversión si les da facilidades a empresarios de otros países, por ejemplo, no pagar impuestos durante el primer año, energía eléctrica más económica por determinado tiempo o facilidades de movilidad con carreteras o aeropuertos para mover la carga.
Sin embargo, aceptó que no todos los estados tienen las condiciones para aprovechar esa oportunidad, por ejemplo, en el sureste falta infraestructura y mano de obra calificada.
“Lo más importante serán los siguientes dos o tres años porque es cuando se van a establecer las plantas”, advirtió.
Del consumo a la fabricación
Para el director general de RoboRAVE International es importante que el gobierno y la industria impulsen una serie de políticas que, a largo plazo, permitan que el país deje de importar estos robots y, en su lugar, comience a fabricarlos.
Se requieren desde permisos más rápidos para extraer minerales y utilizarlos en la fabricación de chips hasta contar con toda la mano de obra calificada.
“El nearshoring y el uso de los robots van de la mano, es uno consecuencia del otro porque es producir más, con más calidad y con más seguridad. Ojalá y los nuevos candidatos se metan a este juego de echarle inversión a esto, que hagan alianza con los industriales, se apliquen políticas públicas y el Estado de Derecho”, recomendó.
Castañeda también fue muy claro en que este tipo de iniciativas no significan que la gente se quedará sin empleo o serán reemplazas por robots.
Esto porque las empresas requieren gente que instale, programe y opere el robot y, después de un mes o un año, vuelva a programarlo para los nuevos productos que se van renovando.
Lo anterior obliga a las empresas a hacer alianzas con la academia y con institutos como RoboRAVE International para capacitar a la gente rápidamente.
“El empresario compra su robot de la marca que él prefiere y nosotros le damos el entrenamiento de esa marca y de ese modelo de robot para que la gente tenga la experiencia que requiere esa línea de producción”, destacó.
De ahí que una de las metas de Castañeda para 2023 es contar con certificaciones para toda la industria en temas como robótica industrial, automatización, industria 4.0, entre otros.