El Diario de SonoraMonterrey, Nuevo León
Así como un día, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” arrasó en las urnas y se convirtió en el primer gobernador independiente de México ahora fue uno de los personajes más repudiados y consiguió la nominación como el primer “Judas” que se quemó en la tradicional celebración de Semana Santa.
El gobernador con licencia de Nuevo León fue la primera figura que ardió en el evento que se celebra en la colonia Obrerista, en Monterrey.
Vestido con un pantalón de mezclilla, camisa azul, cara de rata y sombrero, así como una leyenda que decía “El Bronco, ¡Fuera!” la figura que representó a Rodríguez Calderón tronó ante el júbilo de la concurrencia.
“Ahora los personajes fueron El Bronco, otra vez Trump y la otra corrupción, impunidad, violencia contra la mujer”, compartió Francisco Haros, organizador del evento que se lleva a cabo en la populosa colonia desde hace 76 años.
En el caso de Donald Trump comentó que fue la tercera ocasión que se quemó, pero el que más menciones recibió fue Rodríguez Calderón.
“En todas las casas que tocábamos para la cooperación todos decían que ·El Bronco”, compartió.
Dijo que en segundo lugar estuvo el presidente del vecino país del norte y de ahí siguió el tema de la corrupción en la que también englobaron otros dos problemas: la impunidad y la violencia en contra de la mujer.
Haros dijo que hay un sentimiento de desencanto de los regios hacia El Bronco porque muchos le hicieron comentarios en el sentido de que no quieren que regrese a Nuevo León ahora que se fue en busca de la candidatura a la presidencia de la República.
“Hay unos que dicen que no regrese. Es la opinión de la gente y se respeta”, señaló.
Los personajes que cada año se queman se sacan en base a un consenso entre los vecinos de la colonia Obrerista y otras aledañas.
Después de la tradicional “Quema de Judas” se realizó un torneo de fútbol y una verbena popular.
Este año, como nunca, la guerra de huevos estuvo tan intensa que permitió que muy pocos salieran librados de la harina, confeti o en el peor de los casos yema y clara de huevo.
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