Procrear bebés en el espacio; el reto para esta empresa

CDMX
Las colonias humanas fuera de la Tierra no serán viables sin reproducción en el espacio, asegura un emprendedor neerlandés, que trabaja para conseguir la fecundación y eventualmente el nacimiento de personas en un entorno de gravedad parcial.
"Si queremos tener colonias humanas (…) más allá de la Tierra y si queremos realmente que sean independientes, tenemos que enfrentar el reto de la reproducción", estima Egbert Edelbroek, responsable de la pionera empresa Spaceborn United.
Por motivos éticos, la empresa busca primero la reproducción de ratones antes de plantearse el envío de espermatozoides y óvulos humanos lejos de la Tierra. Para ello ha creado un disco que mezcla estas células. Es como una "estación espacial para las células", resume Aqeel Shamsul, consejero delegado de la sociedad británica Frontier Space Technologies, que colabora con Spaceborn en este proyecto.
Pero eso solo sería un pequeño primer paso. Hará falta un paso de gigante en el plano ético antes de que un embrión así pueda ser reimplantado en un humano y que nazca un primer niño concebido en el espacio.
La sensibilidad de estas cuestiones es uno de los motivos por los que la investigación sobre la reproducción espacial generalmente fue confiada a empresas privadas, más que a la NASA, explica el emprendedor. Edelbroek, que cree que su empresa es la única que busca desarrollar un embrión humano en el espacio, espera que la humanidad consiga algún día un nacimiento natural en el espacio, pero admite que el camino es "largo".
Los fluidos corporales, empujados hacia abajo por la gravedad terrestre, pueden ser elevados hacia arriba en un ambiente de poca gravedad, lo que genera distintos desafíos. Si los cuerpos adultos pueden gestionar ciertas diferencias, un feto en pleno crecimiento es "más vulnerable". "Así que primero hay que crear el entorno perfecto", explica.
Cuando empezó su aventura, confiaba que en algunos años podría concebirse un bebé en el espacio. Pero la magnitud de los desafíos lo obligó a reajustar sus ambiciones. Pero este hombre de 48 años está convencido de que a lo largo de su vida verá nacer un bebé en el espacio.
"Pasamos de locamente ambiciosos a solo muy ambiciosos", explicó. "Espero llegar a al menos los 100 años. Así que eso debería darnos suficientes décadas para conseguirlo".