El Presidente de la Unión, Luis Sierra Maldonado entregó a Jorge Alcántara la ayuda voluntaria.Atendiendo a su compromiso como empresa socialmente responsable, la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) anunció un donativo especial de cien mil pesos para el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón de Hermosillo.Los miembros del consejo directivo en pleno de UGRS, acompañados de sus esposas, visitaron las instalaciones de esta institución de asistencia privada para conocer a detalle su operación y necesidades.Fue el dirigente de los rancheros sonorenses, Luis Sierra Maldonado, quien a nombre del gremio y mediante acuerdo de consejo directivo, hizo el anuncio del donativo al director del CRIT, Jorge Alcántara, quien agradeció el gesto.“Es muy importante que se sepa lo que se hace en este tipo de instituciones”, comentó Sierra Maldonado durante la reunión, “sobre todo en beneficio de niños y jóvenes con alguna discapacidad, y que por cuestiones económicas, sus familias no pueden atenderlos como se debe”.“Decir que lo que hace el CRIT es una acción loable, se me hace poco para definir realmente su gran labor”, manifestó el presidente de la UGRS.Por su parte, Jorge Alcántara, director del CRIT en Hermosillo, informó que el donativo comprometido por parte de los ganaderos sonorenses será de gran ayuda para la realización de cirugías a cuatro pacientes que ahí son rehabilitados, de treinta que están en lista de espera para operación.Explicó que el CRIT es una institución privada que mediante convenio de apoyo, los gobiernos de los Estados en donde existe un centro de esta naturaleza, aportan recursos anualmente para su operación, tal como sucede en Sonora.Las esposas de los consejeros, encabezadas por la señora Eva Abascal de Sierra, aprovecharon este encuentro para realizar un recorrido por las instalaciones del CRIT a fin de conocer más de cerca sus necesidades, constatando además el gran trabajo que ahí se realiza.De hecho, de manera extraordinaria, los consejeros de la UGRS sostuvieron su reunión mensual en la sala de juntas de dicho centro de rehabilitación, atendiendo una invitación de sus propios directivos, y como una forma de solidarizarse con el trabajo a favor de cientos de familias que ahí atienden a sus hijos.