Elba Valencia Arvizu afirma que el trabajo la mantiene joven; empezó a dar clases a los 14 años.Originaria de Bacadéhuachi y criada en Granados, la maestra Elba Valencia Arvizu comenzó a dar clases cuando tenía 14 años y a los 17 ya le habían entregado su nombramiento para trabajar en una escuela oficial.Por esos 40 años de servicio a la docencia, el personal de la escuela primaria Armando Acuña, turno matutino, encabezado por el director César Cuevas Fraijo, le entregaron un reconocimiento a su labor ininterrumpida.“Yo me inicié como maestra en el colegio de monjas María Auxiliadora de Granados, que era un internado para mujeres después de terminar mi secundaria en Moctezuma y al siguiente ciclo escolar ya tenía mi nombramiento en una escuela oficial”, recordó.Con la vocación familiar desde su bisabuelo, dijo que se convirtió en profesora una actividad que siempre le ha gustado, por ello, se fue a preparar durante los veranos a la normal de Hermosillo, luego a la normal superior de Guadalajara.“Terminé psicología infantil y en la de pedagogía no pude titularme porque me casé”.Sobre su noviazgo, recordó que se mudó a trabajar en Nacozari donde un estudiante del Conalep le decía cada mañana que ella sería su esposa y así ocurrió meses después en Granados, donde se casó con Raúl González Reyes.“La fiesta de mi boda duró tres días y tres noches seguidas, fue una fiesta en grande, como nunca se había visto”, comentó.Ahora madre de cuatro hijos y abuela de seis nietos, asegura que vive muy a gusto en esta ciudad después de pasar una corta temporada en Villa Juárez, Sonora, “porque el trabajo a mi me rejuvenece y me da fuerzas”.Del reconocimiento expresó a sus compañeros de labor docente que son un gran equipo con el que ella está muy contenta de participar en esa responsabilidad académica.