Vive escondida Yulia Stepanova

NUEVA YORK.
La atleta rusa, clave en el escándalo, sobrevive de donativos.
No tiene dinero, no puede llevar una vida normal y no podrá participar de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: a pesar de las penurias, la atleta rusa Yulia Stepanova, informante clave en el escándalo de doping que involucró a la federación de su país, todavía no está desanimada.
Desde hace ocho meses, Stepanova vive junto a su espaso Vitali y su hijo de dos años en una ciudad desconocida de los Estados Unidos y depende de las donaciones que recibe para poder sobrevivir. “Por
supuesto que no es fácil con un hijo de dos años. Pero la llevamos bien”, contó la atleta de 30 años en una entrevista con la cadena televisiva Sky Sport News HD, con una sonrisa irónica.
La enorme decepción por la negativa del Comité Olímpico Internacional para que pudiera tomar parte de los Juegos Olímpicos de Río es una herida sin cicatrizar. “Siempre soñé con ser campeona olímpica”, destacó la corredora de 800 metros, que ya había recibido el permiso de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) para volver a competir, pero no del COI, ya que el organismo consideró que no cumple con los “requisitos éticos para poder ingresar a unos Juegos Olímpicos” al haber formado parte del sistema de doping de Rusia.