No sólo tienen la sartén por el mango, sino que sus han demostrado de lo que son capaces.Orange is The New Black es una serie que no sólo ha roto esquemas por los temas que trata, sino porque ha mostrado una diversidad que ha atrapado a audiencias de todo el mundo.Durante dos temporadas, además, ha dado cuenta del poder que tienen las mujeres para construir una serie de calidad que se ha traducido en el estreno, mañana, de una tercera entrega, y en una cuarta para el año entrante.Para sus protagonistas, la producción original de Netflix y Jenji Kohan, el hablar de diversidad no sólo sexual, sino racial y hasta de pensamiento, ha supuesto una revolución en el mundo de las series.“Por lo que el programa ha hecho, lo pondría en la categoría de una fuerte reflexión sobre lo que la mujer puede hacer detrás y frente a cámara, desde Jenji, el equipo de producción, la directora de casting, los escritores; todos han probado que las mujeres son tan capaces de producir un buen trabajo, como cualquier otro y creo que eso es fantástico.“El éxito sigue y es también gracias a la diversidad que hay, mostrando mujeres de color, de distinta orientación sexual, transgéneros, que aman, sienten, como cualquier mujer, hombre o personaje y eso es emocionante de ver”, comentó Uzo Aduba, quien interpreta a Suzanne Crazy Eyes, en entrevista.De acuerdo con la actriz, el programa es muestra suficiente de que es necesario que existan cambios en Hollywood, como la igualdad salarial.“Espero que esto provoque la necesaria conversación que se necesita para el cambio. Creo que la verdadera revolución vendrá cuando no tengamos este diálogo. Hay un gran camino para lograrlo, creo que ahora la gente está hambrienta por ese cambio.“Estaba en la superficie cuando aparecimos, la gente quería ver algo más y creo que lo estamos logrando”, añadió la ganadora del Emmy en 2014, como Mejor Actriz invitada en una serie de comedia.Orange is The New Black relata la historia en prisión de mujeres en Litchfield, Nueva York. Ahí conviven lo mismo latinas, que blancas, negras, religiosas y con enfermedades terminales, entre otras.Así, según Natasha Lyonne, quien da vida a Nicky Nichols, la serie es una versión más o menos cercana a la realidad.“Creo que la manera en la que mostramos el programa es en la que se vive la vida realmente. Incluso en prisión, la gente sonríe, se echa una carcajada, se divierten. No sé del sexo o si hay una guerra entre ellas, pero buscan divertirse.“A veces es muy divertido, pero otras veces es devastador. La vida es complicada y momento a momento hay tragedias. Hay problemas raros, nosotras hacemos nuestro programa y así está funcionando”, compartió en entrevista.Durante su reciente visita a México, Selenis Leyva, quien da vida a Gloria Mendoza, la latina más poderosa y dirigente de la cocina en Litchfield, señaló que la serie juega con los estereotipos, pero con una razón de peso.