Ángel Campa Romero es atendido en Hermosillo de quemaduras de segundo grado en su rostro, manos y vías respiratorias .Una imagen de la virgen de Guadalupe, sin cabeza y negra por el humo del incendio, se encuentra a corta distancia de la puerta de la vivienda que se envolvió en llamas la madrugada del domingo 10 de mayo, donde el pequeño Ángel Campa Romero de 10 años, sufrió quemaduras en su rostro, manos y vías respiratorias de segundo grado que lo tienen al borde de la muerte en un hospital del IMSS en Hermosillo, al rescatar de la una muerte segura a sus tres hermanitos.La imagen religiosa se encontraba dentro de la vivienda al momento del incendio y sufrió daños perdiendo la cabeza al sacarla para realizar la limpieza.Vecinos que se encontraba conviviendo por la celebración del día de las madres en calle Palermo y Verna, acudieron a la casa corriendo tras cruzar un lote baldío superior en dimensiones a una cancha de futbol.Dentro de la casa, Ángel se había levantado a las 3 de la madrugada para dirigirse al baño, cuando observó que en la sala las lenguas de fuego ya habían devorado el sillón, varios muebles y estaba consumiendo el falso plafón del techo y el humo estaba dentro de todos los espacios.Con mucho valor y venciendo a las llamas con su propia carne, sacó a sus hermanitos, Juan Gabriel de 9; Alana Josué de 5 y Jimena de 3; intoxicados por el humo, mientras a él las quemaduras de segundo grado lo arroparon en sus manos y rostro.En estos momentos lucha por su vida en un hospital del Seguro Social de Hermosillo, mientras la virgen negra decapitada, permanece frente a la puerta de la vivienda, como una bendición que le dejara su madre Nallely Romero, quien tuvo que dejarlos para cumplir con su responsabilidad laboral en el casino Erion.