Alemania se prepara para el partido inaugural del Campeonato Europeo enfrentando a Escocia en la Allianz Arena este viernes. A pesar de la euforia que se vive en Munich con la presencia de los escoceses y el ambiente festivo que traen consigo, en el país anfitrión la expectativa es diferente.
Los alemanes, conscientes de sus últimos tropiezos en grandes torneos, han optado por mantener los pies en la tierra. El central Antonio Rüdiger ha señalado la importancia de ser humildes y concentrarse en el presente, evitando mencionar los desaciertos del pasado.
La selección alemana busca redimirse y recuperar la confianza perdida en competiciones anteriores. Un buen comienzo en el torneo podría despertar el optimismo en el país, que ha experimentado cierta agitación política y social en los últimos tiempos.
En contraste, los escoceses han invadido las calles de Munich con sus tradicionales faldas y camisetas nacionales, generando un ambiente festivo que contrasta con la cautela de los alemanes. A pesar de la presión y la ansiedad que rodea a la selección local, el técnico Julian Nagelsmann ha destacado la importancia de la Euro en el escenario internacional.Escocia, por su parte, ha demostrado un buen desempeño en las eliminatorias y busca acceder a la fase de eliminación directa por primera vez en mucho tiempo. Aunque los escoceses han mejorado en los últimos años, enfrentarse a Alemania representa un desafío considerable.
En un gesto de motivación adicional, el delantero Deniz Undav ha prometido rapar la cabeza de su compañero Thomas Müller en caso de que Alemania se corone campeona. Una apuesta que añade un toque de humor a la seriedad del torneo y refleja el espíritu competitivo que se vive en la Eurocopa.