Martha Elena Casas Badillo ingresó como intendente y ahora es encargada del archivo.Con el deseo personal de descansar y cuidar a su única nietecita, Martha Elena Casas Badillo cumplió 30 años laborando en el Hospital General de Agua Prieta, donde ingresó como intendente y después fue ascendiendo hasta quedar como jefa de Archivo.Recordó que su primer día de trabajo fue un viernes primero de agosto de 1986 en el Centro de Salud con hospital que se encontraba ubicado en Calle 4 y Avenida 9 de la colonia Centro, donde actualmente se localizan las instalaciones de DIF en el municipio: “la verdad ese trabajo no me agradaba pero con el tiempo me fue gustando cuando conocí la importancia que tiene un trabajo así”, declaró.Su trabajo consistió en realizar la limpieza del área, en especial la del quirófano, donde dijo deben de cuidarse todos los detalles de aseo para que no se vaya a contaminar y complique el estado de salud del paciente.“Yo siempre les reconocí a mis compañeros la importancia de su trabajo en el quirófano y les decía que mi trabajo también era muy importante como el de ellos, porque como intendente si no está bien limpio y desinfectado el quirófano los enfermos no iban a aliviar porque sus heridas se podrían infectar”, expuso.Con su ingreso a los 25 años, hoy ya cumpliendo los 55 de edad, aseguró sentirse muy orgullosa de entregar su vida productiva al servicio de los pacientes, personal de enfermería, médico y administrativo del Hospital General.Entre varios cargos de diversa responsabilidad comenzó a crecer dentro del nosocomio al tiempo terminaba la primaria, que estudió en la escuela Ignacio Zaragoza del barrio El Trake, continuó con su secundaria a través del programa educativo de Isea.Martha Elena Casas Badillo comentó que al transformarse la Unidad Médica en Hospital Integral, ella fue ascendida y quedó a cargo del archivo general, cargo que hasta la fecha desempeña manejando cerca de 30 mil expedientes en el actual Hospital General.Dijo que siempre su horario laboral fue de siete y media de la mañana a dos y media de la tarde: “a mí me gusta mucho poder atender y servir a la gente y lo hago con la mejor manera, dejando en mi casa los problemas familiares, pero aquí pongo mi mejor esfuerzo porque la buena atención a los pacientes también es parte de la medicina que los ayuda a alivarse”, afirmó.RECONOCIMIENTO A SU TRABAJOEn cuanto a los reconocimientos recibidos a lo largo de estos 30 años de trabajo, Martha Elena Casas Badillo respondió con su característico y jovial carácter que fueron dos que consistieron en vacaciones extraordinarias.“Dos veces en estos 30 años reconocieron mi trabajo y aunque no me dieron un papel en un cuadro, si me dieron vacaciones que disfruté mucho con mi familia”, indicó.Para ella su familia es pilar y motor que la llevan a servir con buen gusto a la gente: “en las paredes de mi casa no tengo colgado ningún reconocimiento que me hayan dado aquí en el hospital, pero esos días que me dieron de vacaciones dos veces los llevo en el alma porque pude atender y convivir mi familia”, declaró.SU FAMILIALa jefa del Departamento de Archivo del Hospital General recordó el día en que conoció a su esposo durante un baile que se celebraba en el Centro Social Santa Fe, ubicado en Calle 5 y Avenida 19 de la colonia Centro, lugar visitado por candidatos a la Presidencia de la República durante sus campañas políticas.Con fresca memoria señaló que estaba tocando el grupo musical La Montaña y hasta la mesa donde ella se encontraba sentada llegó un muchacho y la sacó a bailar con la canción ‘Corazón de Oropel’.“Estaba tocando La Montaña y cuando empezó la canción ‘Corazón de Oropel’, me sacó a bailar y yo con gusto acepté de inmediato, porque se me hizo muy guapo el muchacho, que por cierto era de Cananea, pero ya se hizo de Agua Prieta”, comentó.Dijo que a los tres meses de conocerse se casó con Sergio Morales y tras 27 años de bien llevado matrimonio procrearon dos hijos y tienen una nietecita de tres años y medio.He sido muy feliz en mi vida y ahora que me jubile les voy a dedicar todo mi tiempo, porque mi familia vale y se lo merece”, concluyó.