Vecinos de la zona residenciales del poniente del Bulevar Colosio y cercanos al sitio en el que se construirá el nuevo Hospital General reiteraron su interés de ser tomados en cuenta y ser escuchados por el Gobierno del Estado, al asegurar que el nosocomio afectará su estilo de vida.El grupo denominado Familia Unidas del Sector Poniente aseguró que tomarán medidas de manera consensada con todos los fraccionamientos, para recordar que la junta de firmas, al menos mil en dos días dentro de 23 residenciales, fueron casa por casa.“En la carta dice que no es el nivel socioeconómico de la zona donde se está ubicando, al decir socioeconómico no estamos despreciando a nadie, pero sí estamos diciendo que no se está tomando en cuenta a la ciudadanía a la que está enfocada ese hospital, el mismo Secretario de Salud dijo que es para gente del Seguro Popular, la gente del Seguro Popular vive en zonas muy alejadas, tardaría de cualquier punto de la ciudad que vengan, por lo menos dos horas en llegar al Hospital”, declaró una de las voceras.Reiteraron que las autoridades tienen que tomar en cuenta a la ciudadanía que estaba ahí primero, a los que llegaron y les vendieron ilusiones, un desarrollo urbano determinado y que ahora el Gobierno quiera imponer un proyecto que no consideró necesario hacer una consulta ciudadana.Familia Unidas del Sector Poniente dijo tener serias dudas sobre las cuestiones de impacto ambiental, ya que una obra de la magnitud del Hospital General, que tendrá 32 mil metros cuadrados de construcción en al menos cuatro pisos de altura, conlleva ese tipo de aspectos.“Aquí hablan de que van a tener un control de los ambulantes y demás, precisamente la desconfianza radica en eso, que hechos son amores, entonces si no han podido resolver las situaciones de indigencia e inseguridad en el Hospital General, en los IMSS, donde se dan este tipo de proyectos, nos hace dudar un poquito sobre qué tipo de control van a poder establecer aquí”, declaró Humberto Domínguez.Marcela Vázquez, residente de Villas de Parras, admitió que dentro de los firmantes, existen padres y madres trabajadoras que también cuentan con distintos servicios médicos, algunos con Issste, IMSS o tal vez hasta en ciertas circunstancias la necesidad del Hospital General o los que tengan servicio privado de seguridad social.Aquejaron lo que podrá suceder con el tráfico vehicular una vez que funcione el nuevo Hospital General y se cuente con juegos de beisbol, para luego dudar del tiempo de inicio y término de las obras anunciadas en los cruces de Colosio con Quintero Arce y Solidaridad.Resaltaron que otra preocupación son los robos que sufren y aunque cuentan con guardias de seguridad y tienen que pagar por ella, además de cuotas de mantenimiento, no son ajenos a asaltos a casas y autos.Aseguraron que aunque su movimiento no tiene tintes políticos, muchos vecinos no se presentaron por temor a represalias, ya que algunos son proveedores y otros tienen a familiares cercanos al gobierno.