Albert Pujols se despertó de una siesta el lunes en Arizona y encontró cientos de mensajes y llamadas perdidas en su teléfono.
El toletero de 41 años reiteró lo que ha dicho desde hace meses: no ha decidido si seguirá jugando después de que termine su contrato de 10 años y 240 millones de dólares con los Angelinos y no tomará ninguna decisión hasta que termine la campaña.“Creo que la organización, mis amigos, la gente que sigue mi carrera desde hace 21 años, merece algo mejor que ella publicando un mensaje en Instagram”, dijo Pujols en los entrenamientos de primavera. “Esto se salió de control. Mi mente no está ahí”.