Aseguran sus padres que aunque no sufrieron lesiones visibles, aún sufren secuelas del siniestro.Padres de las víctimas que sobrevivieron al incendio de la Guardería ABC y que resultaron sin lesiones visibles, exigen sus hijos sean reconocidos como afectados por la tragedia y sean atendidos médicamente de manera integral, como el resto de los afectados por el siniestro del 5 de junio del 2009; comentó la señora Fabiola Domínguez, madre de la pequeña Laura Fernanda Guadalupe.La también representante del grupo “Salud y Justicia ABC” (que pertenece a la agrupación Manos Unidas Por Nuestros Niños) que agrupa a 72 víctimas del incendio de la guardería que afortunadamente fueron salvados del siniestro por ciudadanos solidarios, aseguró que desde hace seis años sus hijos siguen viviendo las secuelas del siniestro, sin ser reconocidos como “lesionados” por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).La señora Domínguez precisó que tanto su hija como el resto de las víctimas que salieron con vida han presentado inflamación en los pulmones diagnosticada por especialistas de Shrines, que hasta el momento siguen padeciendo, sufren neumonía, sinusitis que han requerido cirugías, llevan un tratamiento de esteroides que les han dañado otros órganos como el hígado, páncreas, riñones, vejiga, huesos y los dientes, que tienen destruidos. Y ha sido un peregrinar de seis años al médico.“Han sido seis años de lucha por mi niña pero también son seis años que me ha tocado representar a los demás niños, representó un grupo de niños de 72, no he luchado sola, las mamas de estos niños hemos estado codo a codo y paso a paso”; precisó.El problema que llena de coraje a la señora Domínguez, es que tanto a su hija como los otros 71 niños ABC, fueron catalogados como víctimas “expuestas” al incendio y no como “lesionados”, por lo cual la atención subrogada del IMSS solo les cubre lo “derivado del incendio”, es decir en pulmones, corazón, psicológico y psiquiatra. Y no las afectaciones de la medicación.Aclaró que en la lucha para que sea reconocida han tenido que hacer manifestaciones, huelgas de hambre, incluso pedir limosna como acto simbólico; porque dijo que sus hijos no merecían eso, eran niños sanos y lo único que pueden hacer por ellos es luchar y no permitir que vuelva a pasar lo mismo.Se trata de “hacer lo humanamente posible para que tenga la mejor calidad de vida y esta solo se garantiza si es reconocida como lesionada”; expresó.Fabiola Domínguez indicó que las autoridades les habían prometido que al cumplir los ocho años podrían hacerle una revaloración médica a los niños para decir si tienen el daño permanente y fueran reconocidos como lesionados, pero el IMSS se negó a hacerlo.Por esto, dijo que la lucha seguirá e invitó a la sociedad a unirse a pedir justicia tanto para los 49 niños que fueron asesinados aquel trágico cinco de junio, como para todos los lesionados (reconocidos o no) a alcanzar la justicia.Invitó a todos los ciudadanos a participar en la marcha del viernes cinco de junio a las seis de la tarde de manera solidaria, sin querer sacar ventaja política del asunto y juntos exigir la justicia que se les ha negado por seis años.