Vecinos de la región señalan que se ha disparado el cruce de estos por la rúa.Tanto la carretera como la otrora tranquilidad en que no circulaban, salvo esporádicamente, los pesados tráileres que ahora lo hacen cotidianamente, han deteriorado paulatinamente la carretera y la paz de los pobladores de la Ruta de Las Misiones, desde Magdalena hasta Altar.Además del daño a la citada rúa, que era considerada, hasta hace unos pocos años, como una de las de mejor calidad en el Estado, el índice de accidentes fatales y graves, además de cuantiosos daños materiales, aumentó considerablemente; esto sin contar la molestia de los estruendos ruidos, de las pesadas unidades, al aplicar el freno de motor.Un funcionario municipal de Tubutama manifestó que al menos en dicho tramo municipal y sus cercanías los accidentes aumentaron desde hace tiempo y comenzaron a provocar un clima de inseguridad, rompiendo la otrora tranquilidad que se respiraba al transitar los vehículos por dicha región.Estimó que la causa principal del incremento del flujo de tráileres y otras unidades de pesado fuselaje, se empezó a dar desde la instalación de la caseta de peaje de El Ocuca, entre Santa Ana y Altar, lo cual ha provocado que le saquen la vuelta para no pagar en dicho puesto de cobro, mismo que es extremadamente caro, por solo unos cuantos kilómetros.Esto conlleva, externó, a que manejen con mayor velocidad para recuperar el tiempo perdido y ante lo sinuoso de la carretera, existe mayor posibilidad de involucrarse en accidentes.Comentó que en las horas pico, se han llegado a contabilizar hasta casi cien unidades por hora, cuando eso era antes muy difícil de verse; considerando necesario que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes “eche una ojeada” a este problema y se regularice esta situación, que aparte de afectar las carreteras, rompe la paz, armonía y el encanto pueblerino.Asimismo observó que hay muchos que no conocen bien esta carretera y manejan con imprudencia poniendo en peligro a terceros, a pesar de las señalizaciones de advertencia.Por otra parte, un funcionario de Átil opinó que si bien es cierto que el considerablemente aumento de circulación de camiones pesados ha ido deteriorando paulatinamente la calidad de la citada carretera, que es parte de la Ruta de la Misiones, “este es el precio que se tiene que pagar, pues conlleva al desarrollo económico de nuestros municipios, aún a costa de nuestra tranquilidad pueblerina y al incremento de accidentes”.