Zane Coolidge, un veterano del departamento con cinco años de servicio, era un esposo, padre, hijo, hermano, amigo y un miembro dedicado y querido de la Policía de Phoenix.
Desde el tiroteo, Coolidge luchó valientemente a pesar de la gravedad de sus heridas. Sus seres queridos lo acompañaron durante esos momentos difíciles, mientras que la comunidad se unía en oraciones por su pronta recuperación. Desafortunadamente, las lesiones que sufrió tras los actos cobardes de un criminal resultaron fatales.
El jefe interino del Departamento de Policía de Phoenix, Michael Sullivan, emitió un comunicado en el que expresaba el dolor que embarga a la institución por la pérdida de Coolidge: "Su legado será para siempre parte de este departamento".
Sullivan también se refirió al apoyo recibido por parte de la comunidad de Phoenix: "Hemos sentido la efusión de apoyo de nuestra comunidad en los últimos días y sabemos que permanecerá inquebrantable".
"Mantendremos la cabeza en alto y haremos honor a nuestro colega caído, continuando sirviendo a nuestra comunidad con el valor e integridad que caracteriza al Departamento de Policía de Phoenix", agregó el jefe interino.
La tragedia también afectó al oficial Matthew Haney, un veterano del departamento con dos años de servicio, quien también resultó herido en el incidente. Haney, quien se desempeñó como oficial de entrenamiento de campo en el Precinto de Mountain View, ha sido dado de alta del hospital y se encuentra en recuperación.
"Los oficiales han estado con el Departamento durante cinco y dos años", dijo el departamento en un comunicado. "Ambos son oficiales de entrenamiento de campo certificados en el Precinto de Mountain View que ayudan a entrenar a aquellos que acaban de graduarse de la academia".
La familia de Coolidge, sumida en un dolor inimaginable, recibió el apoyo incondicional de la Policía de Phoenix, quienes se comprometieron a estar presentes en sus momentos más difíciles. "Siempre serán parte de la familia de la Policía de Phoenix", aseguró Sullivan.