Diego Maradona no había consumido drogas ni alcohol cuando falleció el 25 de noviembre, según determinaron los peritajes sobre su cuerpo. Pero las adicciones que lo persiguieron durante años castigaron su salud y no habría recibido el tratamiento médico adecuado.
Los problemas cardíacos de Maradona comenzaron en 2000 cuando fue hospitalizado al borde de la muerte por una sobredosis de cocaína.
Los fiscales que investigan el caso anunciaron que convocarán a una junta médica interdisciplinaria que evaluará los resultados de los estudios para determinar si la muerte del ex capitán del seleccionado argentino campeón del mundo en 1986 podía evitarse.