Hermosillo, Son
Haber sido sometida a 30 cirugías ha dejado huellas en el cuerpo de Eligia Presciliana Zazueta Flores; sin embargo sus ganas de luchar y salir adelante se mantienen intactas, gracias a su fe en Dios y al apoyo recibido por parte de varias personas.
El proceso de recuperación de Eli ha sido largo y aunque la atención médica en el Hospital Militar de la Ciudad de México no ha tenido ningún costo porque su esposo es ex militar y tiene ese derecho, los traslados y la estancia han sido un dolor de cabeza, ya que el no poder trabajar, el sueldo de su esposo en una empresa de seguridad resulta insuficiente.
Ante esa situación, esta madre de tres hijos: Ruth Jimena de seis años, Fabián de 13 y Fabiola de 20, solicitó la ayuda de Epifanio “Pano” Salido, quien realizó las gestiones para apoyarla con un proyecto productivo consistente en equipo completo para una estética.
“Eligia es un ejemplo de amor por la vida y de tenacidad, por lo que nos sentimos muy contentos de apoyarla con este proyecto productivo que le ayudará con los gastos en esta lucha por su salud, además de convertirse en un patrimonio familiar”, dijo Pano Salido.
Con el equipo de estética que incluye lava cabezas, dos espejos, dos sillas multiusos para corte, además de secadora, plancha para cabello y máquina eléctrica para corte de pelo, el negocio familiar ya funciona en la vivienda ubicada en las calles Cosahui entre Peña Colorada y Bulevar Capomo de la colonia Nuevo Hermosillo.
La estética, atendida actualmente por su hija Fabiola, es un respiro para la familia después de la pesadilla que ha significado para Eligia someterse a 30 operaciones quirúrgicas con todos los riesgos que conllevan.
El problema de salud ha sido un peregrinar en el tema de los traslados porque solamente tiene garantizado el servicio de salud. Con este proyecto productivo esta madre de familia podrá financiar algunos gastos generados por los viajes para atenderse.
Un viacrucis
Eligia narra que todo se originó de un problema de reflujo biliar, ante lo cual le practican una cirugía llamada Roux-en-Y, pero le dejan una fuga que le contamina el estómago. Le hacen un lavado y cometen el error de cerrarle la herida. A raíz de esa negligencia médica le tuvieron que quitar la vesícula, el apéndice y parte del intestino.
Aquí en Hermosillo, los médicos le dijeron que ya no podían hacer más, por lo que su esposo la saca del hospital y la lleva a México, donde la vuelven a abrir, le lavan y prácticamente le salvan la vida, aunque tuvo que pasar seis meses en cama, tiempo en el que le practicaron varias cirugías.
“Pasar por 30 cirugías ha sido algo difícil, pero es una bendición que pueda seguir todavía aquí. Dios es muy grande. Bendito Dios, estoy bien. Yo puedo decirles que hay un Dios y que jamás me ha dejado”, dice.
Aunque actualmente su pronóstico de salud es bueno, Eligia tiene que tener muchos cuidados con su alimentación porque ya no tiene muchas partes de su cuerpo como vesícula y apéndice, además que su intestino está reconstruido y tiene manga gástrica para evitar que suba de peso, ya que le puede afectar su salud.
“Estoy muy agradecida con Pano Salido porque jamás te deja sola. Yo sé que si una le habla y le dice mira me está pasando esto, él me va a apoyar. Doy gracias a Dios por personas así, porque sé que puedes contar con ellas y te pueden dar el apoyo para poder salir adelante”, dice Eligia.