La nadadora culpó a dirigentes de su último lugar en la albercaEl controvertido capítulo que protagonizaron la nadadora Fernanda González y los dirigentes deportivos del país tuvo este jueves su final feliz. Al menos, esa fue la versión oficial. La sirena mexicana denunció la noche del miércoles abusos e intimidación al no querer utilizar el traje de baño oficial en los Juegos Panamericanos, pero finalmente cedió y competirá el viernes con la marca patrocinadora del representativo tricolor: Arena. “Tuvimos una reunión con ella y el malentendido se arregló. En esta administración uno de los objetivos es privilegiar el diálogo y así lo hicimos con este problema”, dijo el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y del Deporte (Conade), Alfredo Castillo. González se ubicó en el último lugar en la prueba de 200 metros dorso con una marca muy lejana a sus mejores tiempos, por lo que explotó contra los directivos mexicanos asegurando que la amenazaron con quitarle su acreditación y mandarla de regreso al país. “La oficina de la jefatura mexicana no es un cuartel, simplemente se habló con ella y se le explicó la situación. No es la primera vez que ella incurre en un acto de indisciplina, ya antes lo hizo en los Juegos Centroamericanos de Veracruz”, argumentó Carlos Padilla, titular del Comité Olímpico Mexicano (COM). El problema, según el dirigente, es el interés económico de la marca que patrocina a la nadadora. “Es un tema comercial de exigencias absurdas de su patrocinador que la orillaron a cometer graves errores de indisciplina”, agregó. Por la mañana, Fernanda se reunió con Castillo, así como con Mario García de la Torre y el vicepresidente de la Federación Mexicana de la especialidad. La deportista cedió y, aunque dijo el día anterior que quemaría su traje, sí competirá con la indumentaria oficial.