Ópera, blues y hasta tango se pudo disfrutar en la jornada dominical.Al ritmo del blues del estadounidense Earl Thomas cerró el primer fin de semana de la edición 31 del Festival Alfonso Ortiz Tirado, que este año rinde tributo a la voz humana con un programa que va de lo lírico a lo norteño, del rock al latín jazz.Aunque con menos público respecto a las dos noches anteriores, el intérprete de color arrancó suspiros y alborotó a los presentes que se arremolinaron abajo del escenario para alcanzar mayor proximidad con su artista.Temas como “Sunshine”, “Take it to the limit” y “What about me” fueron algunos de los que se pudieron escuchar en el Callejón del Templo, donde Thomas y su dotación musical tuvieron difícil competir con el éxito de la soprano Simone Kermes, quien se acababa de presentar en el Palacio Municipal.No obstante, Thomas fue despedido entre aplausos de sus seguidores que poco a poco fueron integrándose a la verbena que se instala desde la Alameda hasta prácticamente donde concluyen los arcos, a un costado del Templo de la Purísima Concepción, amenizada a su paso por música de rock, banda y norteña.Según los organizadores más de 25 mil personas disfrutaron de estas primeras actividades que arrancaron el viernes con la presentación del disco del sonorense Arturo Chacón, quien con voz potente dejó constancia de por qué es un consentido de los alamenses.Conforme avanzó la noche, bajó la temperatura pero no el ánimo para apoyar al orgullo de Navojoa, que combinó arias de ópera con canción popular mexicana, para cerrar por supuesto con “Sonora querida”, acompañado por la Filarmónica de Sonora, dirigida por Enrique Patrón de Rueda.El sábado, el plato fuerte de la jornada fue la entrega de la Medalla Alfonso Ortiz Tirado a la intérprete Eugenia León, quien cautivó a la numerosa concurrencia reunida en el Callejón del Templo.Acompañada también por la Filarmónica sonorense y Patrón de Rueda en la conducción, Eugenia armó todo un fandango con su interpretación de temas clásicos del repertorio popular mexicano, que fueron del romance a la algarabía.Compositores como Agustín Lara (1897-1970), Ricardo Palmerín (1887-1944), Consuelo Velázquez (1916-2005), María Grever (1885-1951), Marcial Alejandro (1955-2009) y hasta Francisco Gabilondo Soler (1907-1990), Cri Cri, fueron evocados en una festiva y húmeda velada.Este domingo, la soprano mexicana Irasema Terrazas y el pianista Carlos Salmerón se presentaron en la Casa de la Cultura “María Félix”, en el marco del programa “Ópera 12”, ante un público mayoritariamente joven que disfrutó su interpretación.El programa, denominado Cantares, incluyó piezas de Eduardo Toldrá (1895-1962), Enrique Granados (1867-1916) y Joaquín Turina (1882-1949), y tras un breve intermedio, arias de ópera de Giacomo Puccini (1858-1924), una cantata de Joseph Haydn (1732-1809) y una pieza para piano solo de Franz Schubert (1797-1828), que ambos resolvieron con soltura.Argentina se hizo presente e el Templo de la Purísima Concepción hasta donde arribaron las integrantes de Chifladas Tango, un ensamble que encantó a los presentes.Por la noche, la Gala de Ópera en el Palacio Municipal corrió a cargo de la soprano alemana Simone Kermes, quien cautivó a la concurrencia con su desenfadada personalidad, su interpretación llena de matices y una voz que envolvió más allá de sus extravagancias.Este lunes las actividades continúan en los diversos recintos que albergan el festival, con talleres, exposiciones de la llamada Ruta del arte, una clase magistral con la maestra Marybel Ferrales y en el arte musical, el Cuarteto Latinoamericano y una banda de música del estado.