La reproducción del lobo gris mexicano en cautiverio en el Centro Ecológico de Sonora (CES) de esta ciudad capital, ha sido muy exitosa y se ha logrado preservar la especie que estaba en peligro de extinción.
El CES forma parte del programa binacional que se desarrolla entre México y Estados Unidos encaminado a la preservación de esta especie a través del Comité Binacional para la Recuperación del Lobo Mexicano –Canis lupus baileyi-.
En 1987 se registró la primera llegada de una pareja de lobo gris al Centro Ecológico de Sonora y desde entonces a la fecha han nacido tres camadas de 19 animales de esta especie.
En el 2004 nació la primera camada con cinco ejemplares y en 2013 se presentó la segunda de nueve ejemplares, de los cuales seis sobrevivieron y este año llegó la tercera camada de cuatro, con tres sobrevivientes.
El director del CES, Luis Francisco Molina Ruibal, explicó que “vamos en buenos pasos, el Centro Ecológico de Sonora, como centro de reproducción, ha sido muy exitoso”.
El centro es un recinto adaptado para la reproducción de esta especie, pues tiene aspecto natural y cuenta con cueva, rocas, tierra y hierba, además de que cuenta con el personal técnico especializado para el manejo de esta especie salvaje, abundó.
Refirió que el Comité Binacional para la Recuperación del Lobo Mexicano se encarga de regular, distribuir y decidir para dónde, cómo y cuándo se van los lobos para efectos de la reproducción.
En el caso del CES, recordó, estuvo cerca de cuatro años sin este tipo de animales y hace dos años el comité le destinó una pareja de lobos. La pareja llegó de la Ciudad de México, del Zoológico de San Juan de Aragón, y su estancia en el Centro Ecológico de Sonora tuvo un buen resultado de tal manera que se logró la reproducción con tres lobos que están en exhibición, comentó.
Explicó que el lobo gris mexicano se reproduce cada año y un ciclo después se logró obtener seis crías más, “estamos muy contentos y orgullosos, nuestra misión en el CES es la reproducción de esta especie”.
Este programa binacional, dijo, se inició porque esta especie estaba prácticamente extinguida, con el fin de lograr su sobrevivencia, además de enriquecer su árbol genealógico y principalmente para su reproducción en vida libre.
Comentó que en los próximos días, a finales de este año, se tiene el compromiso de entregar los lobos que se reprodujeron en el CES a centros de León, Guanajuato; Monterrey, Nuevo León y la Ciudad de México. Asimismo, abundó, llegarán al Centro Ecológico una pareja de lobos grises mexicanos, el macho semental vendrá procedente de Nuevo México, Estados Unidos y la hembra de la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) del Grupo México de Cananea, Sonora.
El director de Proyectos Internacionales del Departamento de Caza y Pesca de Arizona, Estados Unidos, Francisco Abarca, reconoció el trabajo que ha realizado el Centro Ecológico de Sonora para la recuperación del lobo gris mexicano.
El lobo gris mexicano, ubicado básicamente en el sur de Estados Unidos y el norte de México, se encontraba en extinción y estaba destinado al exterminio, lo que ocasionó un desequilibrio en la cadena alimenticia.
Al reconocer su importancia, los ecologistas decidieron recuperar la especie y de ahí surgió el programa de recuperación, conservación y reproducción de la misma. Según registros de autoridades en materia ambiente, solo hay 260 especímenes de lobo gris entre México y Estados Unidos.
El lobo gris mexicano es una subespecie del lobo, una de las más pequeñas comparado con otras subespecies, la cual se encuentra en la categoría de especie en peligro de extinción.
El Grupo México adoptó el compromiso de proteger esta especie animal emblemática y junto a la planta minera Buenavista del Cobre, ubicada en el serrano municipio de Cananea, al noreste de Sonora, se acondicionó un área para esta finalidad.
Los lobos grises mexicanos –extintos en el medio salvaje- que habitan en la UMA del consorcio minero son vigilados las 24 horas del día por personal especializado para su preservación, por lo que se monitorean en forma periódica sus signos vitales. De acuerdo con información del consorcio minero, a los animales se les colocó un microchip y se les han realizado revisiones en su frecuencia respiratoria, pulso, temperatura y se les aplican vacunas y desparasitantes.