El Jazz no tenía la sincronía suficiente para hacer de su música una obra digna de estremecer a sus aficionados, aunque Donovan Mitchell y Rudy Gobert estuvieran al frente con su indudable talento, tal y como ocurría a unos 3.5 mil kilómetros de Utah, con Joel Embiid y Ben Simmons, sin poder llevar a Philadephia al siguiente nivel, allí donde por años solo se encontraban sus anhelos.