Hermosillo, Son
Gisela Peraza Villa aseguró que, a pesar de las amenazas recibidas por medio de su hermana María, no desistirá en las investigaciones que involucran a policías estatales, mientras que su abogado Juan Antonio Ortega reiteró que desconfía de Miguel Ángel Barrios Macario, actual director de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal.
“Le vamos a seguir, esto no se puede quedar así, aparte que al yo desistirme, eso sigue por oficio, pero yo sigo de pie y ya lo hablé con mi familia y sí tienen miedo, están temerosos más por que han seguido los ataques a ella (María), pero esto es algo que me da mucho coraje”, declaró.
La ex empleada doméstica de Guillermo Padrés e Iveth Dagnino dijo que ella confía que nada más les va a suceder a ella o a su familia, mientras que María aseveró que son una misma fuerza que seguirá, aunque admitió que viven al día y no saben si el día de mañana les sucederá algo.
María Peraza Villa admitió que quien la secuestró por unos minutos, luego de burlar la seguridad de la Universidad Tecnológica de Hermosillo (UTH), era la misma persona que la golpeó y amedrentó el pasado 3 de octubre y le advirtió que conocen todas las actividades que desempeña a diario, eso a pesar de contar con seguridad asignada su persona.
Relató que ayer dentro de la misma UTH tuvo una cita con la psicóloga y al salir se dirigió al comedor y compró algunas cosas, pero en el trayecto rumbo al salón de minería y en donde no existen cámaras de seguridad, un hombre bajó el vidrio del carro blanco que tripulaba, le enseñó una pistola, se bajó y le ordenó se subiera en el asiento trasero, siempre el arma apuntándole a su abdomen para luego salir de la UTH sin que nadie los molestara y observando a lo lejos a los agentes que tenía asignados, los que por portar armas tienen prohibido el acceso a la escuela.
María Peraza dijo que en el lapso de la Universidad al punto donde fue liberada, el delincuente le comentó que no le harían daño a sus padres por ser personas, pero a ella sí por ser la más débil y por ser la que tiene mayor comunicación con su hermana.
Recordó que es la tercera ocasión que se le acercan, ya que una semana después del 3 de octubre y dentro de la misma UTH se le acercaron dos personas a bordo de un Aveo color azul sin placas que le dijeron que la tenían identificada.
Detalló que su seguridad se dio cuenta de su desaparición después que ella les llamó con la ayuda de un señor vendedor de frituras y que se encontró en alguna parte de la carretera a La Colorada.
Junto a su hermana y el abogado, María Peraza recordó que el rector de la UTH declaró, después de no permitir el acceso de agentes uniformados o armados, que él se hacía responsable, dentro de la universidad, de la seguridad de ella y todos los estudiantes.
Seis años sin resultados
“Son las víctimas del sistema, tenemos seis años luchando y no hemos logrado que se haga justicia, la muchacha es víctima de tres atentados, amenazas en plena calle y ayer la secuestraron de su escuela, con pistola en mano se la llevaron camino a La Colorada y con amenazas diciendo lo que ya era la última vez”, expresó el defensor legal de la familia Peraza Villa.
Juan Antonio Ortega se dijo apenado y preocupado debido a que la Fiscalía no ha actuado como debe ser y refiriéndose a términos deportivos, dijo que están tres a cero, con tres victorias de la delincuencia y ninguno por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
“Es el mismo carro, es el mismo individuo que la golpeó, hasta ayer le hicieron el retrato hablado y si lo hubieran hecho a su tiempo probablemente en la gente que la anda vigilando lo hubiera detectado junto al carro”, declaró el abogado.
Admitió que después del encarcelamiento de Guillermo Padrés Elías hubo un cese en las amenazas, pero después de liberarse las órdenes de aprehensión contra agentes estatales, es que han sido más fuertes y por eso tiene una denuncia contra el director de la AMIC por tortura, incumplimiento de un deber legal y lo que resulte.
“Son gente directamente relacionada con Manolo Barrios Macario”, declaró y explicó que él junto a Ernesto Fernández Portillo, ex jefe de escoltas del ex gobernador, fueron los que trasladaron a Gisela a la PEI y con la orden de ‘sacarle la sopa’ fue entregada a agentes que ahora están detenidas por los daños provocados a Gisela Peraza.