Cd. Obregón, Son
Desde 1965, el señor Jesús Antonio Dórame Ramírez, se inició como donador voluntario de sangre en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora, donde por más de 44 años lo hizo de manera regular y debido al paso de los años, es ahora un jubilado del Banco de Sangre.
Originario de Bavispe, Sonora y radicado en Ciudad Obregón, expresó que la inquietud comenzó cuando escuchaba constantemente y con urgencia en los diversos medios de comunicación, la solicitud de donadores del tejido, sin embargo, no fue sino hasta que de manera personal la necesitó para el mayor de sus hijos, quien desafortunadamente perdió la vida.
“Mi hijo mayor murió de septicemia aguda, él carecía de defensas, y desde ahí dije que ayudaría a toda persona que lo necesitara, que quería ser instrumento en las manos de Dios y lo hice durante más de 44 años en el Banco de Sangre del IMSS”, puntualizó.
Resaltó que pese a que no conoció a quiénes se beneficiaron con su ayuda, le queda la enorme satisfacción de saber que muchas vidas se lograron salvar por contar con el fluido, es por ello que invita a la población a que acuda a los Bancos de Sangre del IMSS y contribuir de manera activa con aquellos que lo necesitan.
“Me siento muy feliz porque he podido transmitir a mi hijo y a mi familia este enorme privilegio, dando ejemplo de que nunca recibí remuneración alguna, sencillamente era un esfuerzo para apoyar a quien lo necesitara y la felicidad que sentía y que sigo sintiendo ha sido suficiente”, relató.
Desde hace casi cinco años culminó con su ciclo como donador voluntario y a sus 70 años manifestó que ha visto reflejado en su salud el beneficio de haber mantenido ese compromiso con la sociedad sonorense, lo cual extraña profundamente.
“Quisiera poder continuar ayudando a más personas, pero por mi edad ya no es posible, pero invito a los jóvenes, sobre todo, a que se acerquen al Banco de Sangre del IMSS y vean el gozo de saber que estás salvando vidas aun sin ser médico”, finalizó.