La oportuna intervención de los socorristas de Cruz Roja de esta ciudad, evitó que ayer al mediodía un bebé de apenas ocho meses de edad terminara ahogado con sus propias flemas.Las autoridades informaron que la mamá es una jovencita sin experiencia que no supo qué hacer al ver a su hijo tosiendo y atragantándose con sus propias flemas lo que le provocaba respirar con dificultad.Policías detallaron que los paramédicos de la benemérita institución fueron llamados de urgencia para que atendieran al bebé y al llegar tomaron al niño y comenzaron a despejarle las vías respiratorias debido a que estaba a punto de ahogarse.Una vez que le salvaron la vida, subieron al pequeño y a su primeriza mamá trasladándolos a bordo de la ambulancia a la sala de urgencias del hospital del Seguro Social, donde los médicos lo dejaron internado.