El DT iniciará el año enfocado plenamente en Xolos, sin sombras del Tricolor.El 2015 le dio a Miguel Herrera para vivir uno de los tropiezos más importantes de su carrera, pero también para levantarse del mismo.Enfundado en el uniforme rojo de los Xolos, el “Piojo” asegura haber recuperado el entusiasmo, no solo por volver a la actividad sino por hacerlo con la rutina que había perdido con la Selección Nacional.Convertido en abuelo en este trance, Herrera dirigirá el 8 de enero su primer partido de Liga luego de que el 15 de diciembre del 2013 fue el último con el América.“El entusiasmo está a ‘full’, la cabeza pasó a la tranquilidad; pasó todo lo que sucedió, vino un acontecimiento familiar extraordinario para nosotros, ayudó mucho a que se mitigaran muchas cosas”, relató a Mediotiempo.“Después seguimos viendo fútbol y fútbol y fútbol, y llegó un momento donde empiezas a decir ‘ya está, ya pasé, ya hice, ya fui, ya vine, ya quiero ser otra vez parte de la actividad de la vida, de lo que me gusta hacer’”.El “Piojo” arrancó el 2015 pensando en eliminatoria mundialista. Pero el episodio de julio en que agredió al cronista Christian Martinoli le frustró el plan. Ahora, nada como saberse nuevamente al mando de un plantel para superar ese trago.“Afortunadamente ha venido un proyecto importante y contentísimo con esto, se llenó otra vez el entusiasmo, el deseo, la cabeza está completamente despejada, consciente de lo que viene y con esa determinación vamos a empezar el torneo”, manifestó.Queja recurrente de quienes entrenan Selecciones es que el día a día se vive mucho más a través de la televisión y la grada. Hoy el “Piojo” vuelve a disfrutar de la cotidianidad sobre el césped.