En Semana Santa arribaron cerca de 40 mil visitantes de varios estados.La belleza natural del Alto Golfo de California es la principal oferta para los turistas de México y Estados Unidos que arriban a este municipio fronterizo de Sonora, en periodos vacacionales.En las inmediaciones del poblado Golfo de Santa Clara se concentran los visitantes, por lo que en torno a dicha comunidad se desarrollan actividades turísticas, aunque lo que más se da es el turismo rústico, de acampar en tiendas o casas rodantes en las playas.En los días santos arribaron al menos 40 mil visitantes de los estados de Sonora, Baja California, California y en particular de Arizona, entidad que carece de costas.Durante las semanas anteriores de Cuaresma, en Semana Santa y la posterior Semana de Pascua, al poblado llegan los paseantes y se instalan en las playas, donde cocinan con leña o brasas, duermen en la arena y disfrutan la naturaleza.Del Jueves Santo al Domingo de Resurrección se organizan una serie de actividades en la playa, como música en vivo, baile, deportes playeros, venta de bebidas y alimentos, además de presentaciones artísticas y culturales.Mencionó que una variante ofrecida para cualquier fecha del año son las bodas en la playa, de las cuales se han realizado 12, “se tiene una lista de parejas que tienen fecha apartada para realizar el enlace civil al aire libre”. De acuerdo con promotores turísticos privados de la localidad, mientras no arribe el calor extremo del verano, en la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California se pueden realizar diversas actividades de ecoturismo.Destacó las visitas guiadas a la ciénega de Santa Clara, donde hay muchos patos y otras aves; un paseo en lancha por la zona marina e islotes cercanos al desemboque del río Colorado, para observar a mamíferos marinos, o participar en las carreras de vehículos cuesta arriba en el cerro de arena El Machorro.Entre febrero y mayo los visitantes también pueden observar el varaje de peces pejerrey en las playas, donde desovan.De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), en dicha zona existen 228 especies de plantas, 236 de macrocrustáceos, 111 de peces, 18 de mamíferos marinos, 315 de aves y 45 especies de anfibios y reptiles.Entre las especies más protegidas se encuentran el pez totoaba y la vaquita marina, la cual es una ballena enana, y ambas se encuentran en peligro de extinción, debido a la pesca excesiva e incidental, respectivamente.Ante ello, ambientalistas y autoridades solicitan a los turistas que eviten ingresar a áreas vírgenes para evitar el daño natural y riesgos a la vida, pues en estos días primaverales varios animales ponzoñosos terminan su ciclo de hibernación y salen a cazar.El director de la reserva ecológica, Martín Sau Cota, comentó que los paseantes entre más se alejen de las zonas impactadas por el ser humano, existen más riesgos de encontrarse con animales peligrosos que ponen en riesgo la vida.Mencionó que en el poblado Golfo de Santa Clara posiblemente no existe la atención médica suficiente ni los antídotos para, por ejemplo, la mordedura de una víbora de cascabel, la cual puede ser mortal.La Reserva de la Biosfera, en coordinación con otras autoridades, operarán acciones de conservación natural, a través de folletos informativos donde se les explica que el Golfo de Santa Clara forma parte de un Área Natural Protegida (ANP) por lo cual deben seguirse ciertas medidas de cuidado.