En una fenomenal recuperación, el mariscal de campo de los Jefes de Kansas City, Patrick Mahomes, podrá jugar este domingo la final de la AFC ante los Bills de Buffalo.
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Mahomes, sí, el mismo que hace una semana batallaba para ponerse de pie, que casi fue cargado para salir del campo, está listo para buscar su regreso al super bowl. No pues uau, dijeran por ahí.
No tengo absolutamente ninguna prueba, pero tampoco dudas, de que la NFL prefiere correr el riesgo que no tener en el terreno este domingo al que esperan sea su nuevo rostro al menos la próxima década. Vamos, hemos visto jugadores en condiciones menos peores que las que mostró Mahomes a las
cámaras de televisión el domingo anterior, perderse al menos dos semanas.
Pero bueno, con justa razón me dirá usted que yo no soy neurólogo. Ah porque por si no está enterado, no es el médico del equipo el que avala si regresa, es el que tiene la NFL. Ya sabe, cuestión de intereses.
La verdad es que las posibilidades de los Jefes aumentan si Mahomes está en el terreno. Chad Henne, cierto, se cayó de la cama con dos jugadas la semana pasada, pero todo mundo olvida una deplorable intercepción que lanzó en la end zone. Además, carajo, en sus trece años en la NFL su papel ha sido principalmente de suplente.
Antes de la fecha 17 de esta temporada, cuando los Jefes descansaron a los titulares ante los Cargadores de Los Ángeles, Henne no abría un juego desde 2014, cuando estaba en Jacksonville y fue titular en tres encuentros. Sin Mahomes los Jefes parecen destinados al fracaso.
¿Los Bills? caray, creo que su oprtunidad es bastante baja. De los 17 puntos ante los Cuervos siete fueron causados por un regreso de intercepción de Taron Johnson regresada 101 yardas a las diagonales. Al menos yo pensé que Baltimore empataba el juego en ese drive... por eso son los chocantes ’hubiera’
Buffalo requiere otra actuación soberbia este domingo pero señores, Mahomes no es Lamar Jackson quien suele cometer errores devastadores en momentos clave. Digo, con la idea de que Mahomes está al cien por ciento.
Viejo Oeste en la tundra
El choque entre Tom Brady y Aaron Rodgers, al menos así se publicita la final de la NFC. Parece otra excelente oportunidad de que los que odian al quarterback de los Bucaneros de Tampa Bay y que les saca salpullido pensar que puede jugar en el super bowl por décima ocasión en su carrera.
La verdad es que es a Rodgers a quien le urge regresar a ese juego donde no está hace una década. Creo que finalmente superaría a su predecesor Brett Favre quien lo hizo en años seguidos en 1996 y 1997, ganó uno. Es al líder de los Empacadores al que le pisa el acelerador del tiempo por llegar al juego final y la oportunidad no parece mala. Es más, creo que ganan los de Green Bay este domingo.
Los Bucaneros descartaron al receptor abierto Antonio Brown, pero hay otras armas. Tampoco creo que el frío influya, la temperatura que se espera es de menos un grado y algo de nieve. En nuestro Nogales se espera más frío la semana que viene (menos 7)
Pero eso no debe ser lo que frene a Brady, es el control de pelota de los Empacadores lo que lo debe mantener fuera del terreno y una defensiva que alcanzó 41 sacks en la campaña regular. Si me pregunta a mi, parece que Green Bay está capacitado para un equipo que toleró 22. Muchas gracias.