Canirac confía en una legislación que marque estándares a nivel nacional.El presidente de Canirac Sonora, dijo que esperan que dentro de poco la medida de alcoholimetría se homologue a nivel nacional y no quede en 0.40 grados como lo aprobó el Congreso local, lo que ha provocado el cierre de al menos 60 restaurantes en la entidad por el bajo consumo de estas bebidas.Ernesto Martínez Nieves recordó que el Comisionado Nacional contra las Adicciones, Manuel Mondragón, ha propuesto que todo el país y todas las fuerzas del orden sancionen a automovilistas pero bajo una misma norma en lo que se trata de los puestos de revisión y alcoholímetros.“Hace poco el señor Mondragón, a nivel nacional mencionó que van a aplicar en todo México la alcoholimetría y eso yo supongo que va a conllevar a que se aplique la misma unidad de medida, homologarla a todo México también, el límite y la unidad de medida”, expresó para recordar que las autoridades estatales no se dieron cuenta que lo que aprobaron era diferente a resto del país y sólo la redujeron a la mitad.Martínez Nieves descartó que los restauranteros se hayan metido con la diputada que promovió reducir el castigo a las personas con un 0.40 grado de alcohol en la sangre, pero admitió que esa ley sí les ha afectado y se dijo en desacuerdo con los resultados que se iban a obtener, como la corrupción que se vive con policías locales.“Estamos totalmente de acuerdo en la prevención de accidentes, creo que hay muchas estrategias que se pueden seguir para disminuir esos accidentes y de alguna manera solicitar una mayor vigilancia para que en los retenes no haya corrupción y estén los instrumentos y actores adecuados para que se manejen bien los retenes”, expresó el presidente de los restauranteros.Lamentó que el acoso policial se ha dado también en taquerías, lugar a donde llegan los jóvenes después de salir de un antro y ya no parece un trabajo de prevención y sí uno de recaudación.“Nosotros tenemos una estadística, que llevamos nosotros, de alrededor de 60 establecimientos cerrados desde el 2013 y es mucho; todos pudiéramos pensar que hay un boom por abrir estos establecimientos, pero el problema no es los que abren, sino lo que hay que ver aquí es la magnitud del problema, son todos los que cierran”, comentó para calcular que se pierden entre uno y siete millones de pesos.