Con la lectura del juramento Yaqui, Claudia Pavlovich Arellano dio inicio a un sexenio que buscará reponer la confianza de los sonorenses, dejar en el pasado los escándalos nacionales y evitar que los que se llevaron riquezas a costa de los ciudadanos se salgan con la suya.La Gobernadora de Sonora presentó su primer mensaje como ejecutiva estatal ante un Centro de Usos Múltiples que lució lleno y con el respaldo de la representación del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto en manos de la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, además del presidente del PRI Nacional, Manlio Fabio Beltrones Rivera y la Secretaría general Carolina Monroy.Detalló que Sonora despierta de un mal sueño y deja atrás la impunidad para abrirle paso al estado de derecho, además de aseverar que no volverá a ser tierra fértil para quienes usaron el dinero público para amasar cuantiosas fortunas y para quienes abusaron de la confianza de los sonorenses y en lugar de servir, se sirvieron con la cuchara grande.“Si alguien piensa que podrá disfrutar lo que indebidamente se llevó, que lo piense dos veces”, declaró Pavlovich Arellano para agregar que ‘nadie, absolutamente nadie, se va a salir con la suya, quien fue corrupto no va a estar tranquilo, hasta que pague las consecuencias de sus actos, así lo exigen los sonorenses y así lo exigirá el gobierno que encabezo”.Aclaró que en el gobierno que representa no habrá amigos y mucho menos cómplices, solo un equipo de trabajo que tiene que responder a las circunstancias políticas, económicas y sociales que prevalecen en la entidad y demandan profesionalismo y vocación de servicio.Declaró que los sonorenses no hablan a medias tintas y se habla de frente, dando la cara y viendo a los ojos, por lo que admitió que la realidad del gobierno que recibe es desastrosa, con una ruina económica impresionante, de la que aclaró que no compara con la ruina moral que heredará.Pavlovich Arellano lamentó que lo más grave de todo fue la deformación de un sector de la sociedad que sabía lo que ocurría con la pasada administración estatal, convivían con ellos y permitió que todo sucediera, para asegurar que lo económico no es lo que le preocupa más, sino la moral de algunos que provocó un nivel de corrupción nunca antes visto en Sonora.“Tengo muy claro lo que tengo que hacer, tengo muy claro las prioridades sobre las que tengo que trabajar, pronto presentaré los planes más completos y ambiciosos para atender debidamente estas prioridades, les pido solo un poco de tiempo para hacerlo, les repito tengo muy claro lo que hay que hacer, pero aún no sabemos a ciencia cierta lo que vamos a recibir”, admitió la gobernadora de Sonora.Aseguró que será la primera mujer gobernadora que responderá a la confianza de cada padre y madre que todos los días se levantan a trabajar para llevar el sustento a sus hijos, además de apoyar a los sonorenses que no la han pasado bien y no pierden la fe en un mejor futuro para sus familias.“Estoy aquí como mujer y como madre de familia para servir primero y antes que nadie a quienes viven la pobreza, ignorados por la ceguera de la ambición y del abuso de poder”, expresó para agregar que una de sus promesas como candidata y ahora como gobernadora es que no va a abandonar, ni a fallarle a los ciudadanos.